¿Sientes que tu piel te tira, te pica o se irrita? La piel sensible,
causa incomodidad en 9 de cada 10 personas. Nuestros expertos te cuentan
algunos consejos para dar a tu piel el cuidado que necesita,
consiguiendo una piel fresca, suave y llena de vitalidad.
¿Qué causa esta incomodidad?
En la piel sensible, las
terminaciones nerviosas son más receptivas a los estímulos, lo que causa
la sensación de dolor. Además, la barrera natural protectora de la piel
se encuentra deteriorada, lo que permite que la humedad escape y la
piel se deshidrate.
La piel sensible puede apagar la belleza natural de la piel
La
piel sensible es propensa a la rugosidad, líneas de deshidratación y
descamación. Esto provoca un micro-relieve en la piel, lo que desemboca
en una pérdida de suavidad y que la luz no se refleje de forma adecuada
(convirtiéndose así en una piel apagada). En ocasiones, la piel sensible
también puede presentar rojeces.
Compensar la pérdida de humedad de la piel
Todos los órganos
del cuerpo necesitan minerales, que llegan a los diferentes órganos
mediante la ingestión de alimentos. La piel, al ser el último de ellos,
necesita una “alimentación” directa. Para calmar la piel y restaurar la
barrera protectora natural, es recomendable utilizar con regularidad
agua termal rica en minerales en el rostro.
Haz que tu piel se sienta más cómoda
Los ingredientes de tu
crema hidratante pueden tener un gran impacto sobre la piel. Algunas
cremas ricas en activos hidratantes, crean una película protectora para
fortalecer la barrera natural, mientras que otras aumentan la capa
externa de la piel para evitar que se reseque. “El ácido hialurónico es
un activo que permite ambas cosas. Calienta la crema con los dedos antes
de aplicarla, de esta forma, los activos hidratantes serán absorbidos
más fácilmente”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario